Convirtió la filosofía en un saber práctico para alcanzar la felicidad. Se alejó de los hombres y se acercó a los animales para encontrar en el estado natural la virtud. Aunque marginado de las grandes páginas de la Historia de la Filosofía y eclipsado por sus rivales platónicos y aristotélicos, sus ideas abrieron anchos caminos para el desarrollo de nuevas escuelas filosóficas. Hoy, vamos a tratar la figura del filósofo griego Antístenes.
¿Quién fue Antístenes?
Antístenes nació en el 444 a.C. en Atenas. Su padre era ateniense, pero su madre era una esclava tracia, por lo que era considerado un meteco, es decir, no tenía los mismos derechos que los que eran considerados plenos ciudadanos.
Durante sus primeros años se formará posiblemente con las enseñanzas y la retórica de los sofistas. Asistió a las clases del afamado Gorgias, de Hipias y de Pródico. Debemos recordar que los sofistas solían cobrar, en muchos casos sus lecciones eran tan caras que solo podían costeárselo los ricos. De esto podemos deducir que Antístenes se formó en una familia acomodada, que dicta mucho de su evolución futura, pues se volvió un severo crítico de las riquezas.
También, como el resto de griegos, tuvo una vida militar en su juventud, participando en las guerras del Peloponeso que libraba su ciudad natal contra Esparta en aquellos años.
Después de pasar varios años aprendiendo las enseñanzas de los maestros del lenguaje, va a entrar a formar parte del círculo de Sócrates, que por aquel entonces enseñaba también en Atenas y que se alzaba contra el pensamiento de los sofistas. No hay duda de que el estilo de vida moderada y el carácter de Sócrates van a marcar toda su filosofía. Con él estará hasta el momento mismo de su muerte, convertido en fiel discípulo. Seguramente el dolor por la muerte del maestro lo hace reflexionar profundamente y elevar el tono de su crítica social, pues había sido la sociedad la que había acabado con Sócrates.
Antístenes fundó su propia escuela de pensamiento a las afueras de Atenas, en un gimnasio público llamado el Cinosargo, que traducido viene a significar el perro ágil o el perro blanco, porque parece ser que en aquel lugar un individuo llamado Dídimo estaba realizando un sacrificio a los dioses, cuando un perro apareció y le robó la ofrenda. A causa de ese suceso se levantó un templo consagrado a Heracles. El gimnasio Cinosargo era además el de los hombres bastardos, el de las clases más bajas de Atenas.
Por su modo de vida y en relación al lugar donde se reunieron sus primeros seguidores se les empezó a conocer como los cínicos, que en castellano equivaldría a los perrunos o los perros. La tradición ha catalogado a esta escuela como los que viven como los perros, por la vida, que como veremos, llevaban.
Hay que tener en cuenta que el Cinosargo no era como la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles, sobre todo porque Antístenes no tenía fortuna para alquilar un local y además era meteco. No era un centro donde se acumulaban obras de saber, se indagaba en las matemáticas o se buscara hacer avances en la ciencia… El Cinosargo era un lugar de reunión, un espacio donde el maestro iba transmitiendo la doctrina y enseñaba con el ejemplo cómo se debía vivir la vida cínica. Era una imitación de lo que había hecho Sócrates, pero al estilo de Antístenes, que según Jonófanes fue su mejor oyente.
¿Pero en qué consistía la vida cínica?
Poco sabemos de Antístenes porque no tenemos prácticamente casi nada de su obra, aunque sabemos que escribió mucho. Según Diógenes Laercio cerca de 60 escritos, de los que conservamos algún fragmento Sobre Ayax y otro Sobre Ulises.
La filosofía cínica, como otras escuelas del periodo, va a tener por fin alcanzar la felicidad, que se logra a través de la virtud. La virtud es suficiente por sí misma.
Su filosofía va a prescindir de todo lo material, como ya había hecho Sócrates, del que se dice que incluso andaba descalzo y no tenía más que un manto. Antístenes se impone como únicas posesiones un zurrón, un bastón y un manto, que se traduce en todos los bienes materiales a los que van a aspirar los pertenecientes a la escuela cínica, que adoptarán esta indumentaria.
Al despojarse de todo quedan en la autosuficiencia, en la autarquía; no se ven expuestos a la fortuna o al egoísmo de la posesión de bienes. Ello los hace tener un mayor control de sí, no quedan sujetos a agentes externos.
Otro de los puntos claves de la filosofía cínica y que va a diferenciar fuertemente a Antístenes de su maestro Sócrates es el de la ley. Sócrates muere por cumplir la ley, porque pensaba que ella había hecho civilizados a los hombres. Pero Antístenes rechaza lo social, lo impuesto, sintiendo gran animadversión por las instituciones o las costumbres.
Relacionado: Platón: vida y obra
Antístenes defendió una vida ascética, alejada de los placeres de la comida y la bebida, donde también apreciamos la huella socrática. Su filosofía es práctica, alejada del teoricismo y centrada en praxis ética.
Los cínicos defiende el estado natural del hombre y alejado de las ciudades, casi salvaje. La ciudad domestica al ciudadano, lo aleja de la felicidad. De esta idea viene luego su relación con la figura del perro, porque tratan de vivir en armonía de la naturaleza como un perro, como un animal sobre el que aún no se ha vertido la carga de la tradición y la moral.
No es casual que una de sus obras se llame Sobre Heracles y que además el lugar donde se reúna la escuela fuera un lugar consagrado a este héroe griego. Heracles representa el ideal cínico, el personaje que vence monstruos y soporta fatigas desmedidas, el hombre que enloquece pero que consigue luego resarcirse y el perdón del propio Zeus. En sí, Heracles consigue el control sobre su vida, sobre su cuerpo.
Otro de los puntos importantes de su filosofía es el referido al lenguaje y los problemas que de este se derivan, aunque sabemos bastante poco porque sólo conservamos comentarios de otros autores. Para Antístenes los nombres no pueden más que nombrar a los propios nombres, las definiciones no son válidas, solo las relaciones entre ellas. Podemos recordar la frase a Platón “!Oh Platón, veo el caballo, pero no la equinidad!”.
De aquí se deduce que la realidad es siempre individual y que no pueden existir las verdades universales platónicas.
Entre los cínicos más destacados de la escuela se encuentra Crates y Diógenes de Sinope, de quien vamos a realizar un programa al completo porque es una figura apasionante y quien llevó la actitud y el obrar cínico a su máxima expresión, por encima incluso del propio Antístenes.
Para terminar podemos decir, que las ideas de Antístenes parten de Sócrates, pero que emprenden un camino radical y muy distinto al que llevaron por ejemplo las ideas de Platón, que adentró su pensar hacia el mundo lógico, dialéctico y matemático. De ahí que Platón meta a Antístenes en el grupo de los “viejos que comenzaron tarde a aprender”.
En conclusión, Antístenes fue un filósofo de primer orden, pero la pérdida de sus escritos y la supremacía y el rechazo de su opuestos, Platón y Aristóteles, lo ha relegado a un segundo plano no sólo dentro de la Historia de la Filosofía, sino de la corriente cínica que él inició. Sus doctrinas, que atentaban contra el corpus cristiano, fueron también atacadas y marginadas por siglos de dominio de pensadores católicos.