Conde Lucanor

El Conde Lucanor

Fue uno de los personajes más poderosos de la España del siglo XIV. Se enfrentó a reyes, acuñó su propia moneda y salió victorioso de numerosas batallas con los musulmanes. Pero a pesar de todas estas grandes hazañas hoy es recordado por sus cuentos literarios, hoy vamos a hablar de Don Juan Manuel.

¿Quién fue el Conde Lucanor?

Don Juan Manuel nació en Escalona en 1282 y murió en 1348, por lo que tuvo una dilatada vida para la época. Su actividad principal no fue la de escritor, sino la de soldado y gobernante político. Fue nieto del rey Fernando III el Santo y sobrino de Alfonso X el sabio. Se casó tres veces, siendo abuelo de dos reyes: Juan I de Castilla y Fernando I de Portugal.

Ostentó títulos nobiliarios de gran prestigio como Duque y Príncipe de Villena, Mayordomo real o tutor del rey Alfonxo XI en su minoría de edad.

Don Juan Manuel recibió una educación esmerada, pues su familia le daba una gran importancia a la cultura y la formación intelectual, baste recordar la escuela de traductores de Toledo que pusieron en marcha su abuelo y potenció su tío. Así, don Juan Manuel se formó en latín, teología, historia, literatura y derecho. Como atestiguan sus propias obras, también se formó en las otras disciplinas propias de su condición de noble: equitación, cetrería, caza, esgrima y educación militar.

Fue nombrado Adelantado Mayor de Andalucía y Murcia, luchando contra los musulmanes y saliendo victorioso de varias batallas. Su poder económico y político fue tan elevado que no dudó en enfrentarse varias veces al propio rey Alfonso XI, teniendo el monarca que ceder ante las pretensiones de Don Juan Manuel después de haber intentado apresarlo sin suerte alguna.

Cansado de la política y de sus avatares, Don Juan Manuel pasó los últimos años de su vida retirado en el Castillo de Garcimuñoz, en la provincia de Cuenca, entregado a la composición literaria. Murió en 1348.

todo sobre el Conde Lucanor

El libro que nos ocupa hoy, El Conde Lucanor, fue escrito en la década de 1330. Su título original era: Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio.

Lo primero que podemos destacar es que está escrita en castellano y no en latín, que era la lengua culta de la época. Esto está consonancia con la política familiar impuesta por Fernando III y Alfonso X de convertir el castellano en idioma oficial y además elevarlo a la categoría de lengua literaria.

La obra tiene una clara intención didáctica y moral, pretende educar con las enseñanzas que de ella se desprenden. A lo largo de sus páginas podemos encontrar todo tipo de temáticas que conforman la realidad social de aquella época: ricos, pobres, mercaderes, campesinos, nobles, religiosos, burgueses… Estos personajes exponen una amplia gama de problemas: materiales ,espirituales, políticos o sobre el comportamiento humano, tales como la honra, la amistad, la avaricia, las mentiras, la soberbia, etc…

El libro está dividido en un anteprólogo, un prólogo y cinco partes.

El anteprólogo, que no es del autor, nos introduce en la figura de Don Juan Manuel y nos cuenta su intención. En esta parte también se nos advierte de la conciencia literaria y de autor de don Juan Manuel, que para evitar alteraciones de su obra depositó sus manuscritos en el monasterio de los dominicos de Peñafiel, que él mismo había mandado construir.

Después del anteprólogo se encuentra el prólogo, donde el autor expresa con la fórmula de la humildad la intención didáctica y artística de la obra, siguiendo la máxima horaciana de enseñar deleitando.

A ello le sigue la división de la obra en cinco partes: Libro de los ejemplos, 3 libros de los proverbios y un último libro de razones para salvar el alma.

La parte más famosa y que más nos interesa son los 51 cuentos o ejemplos.

Los protagonistas de los ejemplos son el Conde Lucanor, que corresponde al prototipo de un joven señor feudal y su ayo o consejero, Patronio, que encarna el papel del consejero viejo, prudente y sabio.

la historia de Conde Lucanor

La narración tiene varios planos de ficción. De una parte está un narrador que introduce la historia y cede las voces en estilo directo a Patronio y el Conde. Después encontramos un cuento narrado por Patronio, esto es, un cuento dentro de otro cuento. Y finalmente, don Juan Manuel aparece en la obra para dejar un pareado que resume la moraleja del cuento o ejemplo.

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Todos los cuentos están estructurados de la siguiente forma.

  • 1ºUn título que hace referencia al cuento que va a contar patronio.

Ejemplo: “Lo que sucedió a un hombre que iba cargado con piedras preciosas y se ahogó en el río”.

  • 2º El Conde Lucanor consulta a Patronio sobre un problema que se le plantea en sus quehaceres diarios.

Ejemplo: El Conde pide consejo a Patronio sobre si quedarse o no en un lugar donde le van a dar mucho dinero pero donde corre mucho peligro.

  • 3º Patronio, con la humildad del consejero, no se atreve a contestar directamente, por lo que recurre a contarle un cuento relacionado con el asunto y del que deduce una solución al problema.

Ejemplo: Patronio cuenta al conde el cuento de un hombre avaricioso que atravesando un río con una carga de piedras preciosas no quiso soltarlas y murió ahogado por su peso. De ahí, Patronio deduce que no merece poner en peligro la vida si no es por asunto de honra.

  • 4º El Conde ve con agrado el consejo de Patronio y lo aplica siéndole de provecho.
  • 5º Don Juan Manuel realiza un pareado para cerrar el cuento que resume la moraleja.

Ejemplo:

“A quien por codicia su vida aventura,

sabed que sus bienes muy poco le duran.”

quién fue el quién fue el Conde Lucanor

La originalidad de la obra reside en que estamos ante un relato con plena conciencia de autor y con el estilo personal que inaugura nuevas vías de expresión en castellano.

El estilo se fundamenta en la claridad, sencillez, concisión y sobriedad, alejado del alarde de excesivos recursos literarios, pero marcada por el excesivo uso de conjunciones.

Los cuentos que se narran no son originales, sino que son sacados de tradiciones orientales, como la musulmana o la india, las fábulas grecorromanas o la propia Biblia. En estas fechas lo importante no es la originalidad, sino trasvasar con elegancia y personalidad propia al castellano la riqueza de cultural de otras tradiciones.

Don Juan Manuel escribió algunas obras más que nos ayudan a hacernos una gran imagen de la sociedad de su tiempo, estas son: Crónica abreviada, Libro de los sabios, Libro de la caballería, Libro del infante, Libro del caballero y del escudero, Libro del conde, Libro de la caza, Libro de las máquinas de guerra, Libro de los cantares.

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