En el artículo de hoy vamos a abarcar la figura del considerado por muchos el más grande filósofo de la historia, Platón. Y lo vamos a hacer en varios vídeos, pues su obra es tan vasta y profunda que es imposible abarcarlo todo en un sólo capítulo. Empezaremos pues por su vida, su contexto y sus principales obras.
¿Quién fue Platón?
Platón nació en el 427 a.C. en la ciudad griega de Atenas. Su nombre real era Aristocles y Platón en sí es un apodo que le pusieron por la corpulencia musculosa de su espalda, pues Platón en griego viene a significar el de las “espaldas anchas”.
Su nacimiento fue dentro de una familia de la aristocracia ateniense, que emparentaba por parte de padre con Codro, último rey de Atenas, y por parte de madre con Solón, aquel gran legislador que fue incluido entre los siete sabios de Grecia. Su tío fue Critias, uno de los principales cabecillas del gobierno de los 30 tiranos, aquel gobierno pro-espartano del 404 a.C. que tuvo por fin liquidar la democracia ateniense causando una enorme masacre entre los opositores.
Fue precisamente la reflexión sobre este terrible gobierno oligarca lo que llevará a Platón a renegar de la política.
De sus primeros años no sabemos más que daba ciertas muestras de sabiduría y humildad. Seguramente estuvo en el ejército algún tiempo y quizás entrara en combate, pues durante aquellos días Atenas combatía contra Esparta en la Guerra del Peloponeso, en un afán por ver quien se hacía con la hegemonía en Grecia después de haber derrotado en coalición al ejército persa en las famosas guerras médicas.
Durante su juventud practicó también gimnasia destacando como atleta, de ahí su mote. Durante estos primeros años parece que escribió algunos poemas y que incluso pensó en dedicarse a la dramaturgia. No es de extrañar este interés por el teatro, pues la Atenas del siglo V a.C. es la ciudad por excelencia de este arte, el siglo en el que florecieron los tres grandes escritores de teatro clásicos: Esquilo, Eurípides y Aristófanes. La popularidad y el prestigio de estos tres genios debieron influir necesariamente en el joven Platón.
Aristóteles nos cuenta que fue discípulo de Crátilo y que se vio influido por la teoría de Heráclito que este seguía, hasta que a la edad de 20 años empezó a frecuentar el círculo de Sócrates y cambió el devenir por la teoría del conocimiento. Parménides fue también otro de sus modelos, heredando de él el concepto de la duplicidad de lo real y la inmutabilidad del ser.
Sócrates es el personaje principal que articula su filosofía. De hecho, no sabemos bien donde termina el pensamiento de Sócrates y donde comienza el de Platón, pues gran parte de su obra son diálogos que tienen como protagonista a Sócrates. Platón escribe, pero sus palabras son recuerdos y conversaciones de su maestro. Él es el heredero socrático de la idea del bien, de la idea de justicia, de la idea de verdad, que se verán aún más acentuadas tras la muerte de Sócrates.
Durante los primeros años, como narra en la Carta VII, que hoy parece aceptarse como fuente verdadera, pensó en dedicarse a la política, pero la muerte de Sócrates y los diversos gobiernos que asolaron Atenas lo hicieron renegar de la idea, centrando sus esfuerzos en la creación intelectual de un gobierno perfecto para crear una ciudad ideal, como se expone en su obra República.
Muerto Sócrates en el 399 a.C., Platón decide abandonar Atenas y viaja a Megara con Euclides. Visitará también Italia, donde entra en contacto con las escuelas pitagóricas que le servirán de base para fundar su Academia y puede que estuviera durante algún tiempo en Egipto.
Los viajes de Platón
Sus viajes más conocidos son los que hizo hasta en tres ocasiones a Siracusa, requerido por Dión, para que influyera a sus gobernantes y tratara de poner en marcha las teorías de su obra la República. Pero las diferencias primero con su Dionisio el viejo, de quien se dice que lo vendió como esclavo, y de su hijo Dionisio el Joven después acabaron por frustrar las ilusiones políticas de Platón.
A la vuelta de uno de esos viajes de Siracusa, Platón compró uno terrenos sembrados de olivos a las afueras de Atenas donde fundó su Academia. El nombre de Academia se debe a que el lugar había pertenecido al Héroe Academos.
La Academia estuvo vigente cerca de 1.000 años, hasta que el emperador romano de Oriente Justiniano decidió acabar con ella en el 529 por considerarla una amenaza para las doctrinas cristianas.
La Academia fue uno de los mayores centros de saber y de creación cultural de la antigüedad. Fue un precedente universitario, uno de los pocos centros donde se impartía un conocimiento superior y científico. Ahí se estudiaba filosofía, matemática, medicina, aritmética, armonía, retórica o astronomía. En su frontispicio había grabada una inscripción que nos revela mucho acerca de sus alumnos y enseñanzas, y rezaba así “No entre nadie aquí que no sepa geometría”.
En la Academia la convivencia era fraternal y con un cierto atisbo de sacralidad, pues había sido fundada con un permiso de comunidad religiosa y consagrada a las musas, celebrándose en ella también algunos cultos.
Por sus aulas al aire libre pasaron discípulos como Aristóteles, Espeusipo, Polemón o Crates.
En cuanto a sus obras hay que señalar que es difícil certificar la autoría de muchas de ellas, pues han pasado cerca de 2.500 años y entre traducciones y copias los textos se han ido alterando.
Los periodos de Platón
Podemos hacer una clasificación en cuatro periodos:
Escritos de juventud (desde el 393 al 389), también llamados socráticos por ser este el protagonista de estos diálogos y mostrar en ellos su ideología, sobre todo desde una perspectiva ética. Podemos destacar obras como Apología de Sócrates, Critón, Protágoras o el Libro I de la República.
Escritos de transición (entre 388-385). Empieza a reflejar el pensamiento propio de Platón. A este periodo pertenecen: Crátilo, Hipias Mayor e Hipias Menor y Menón.
Escritos de madurez (Abarcan desde el 385 al 370). Aquí observamos su pensamiento en todo su esplendor. Encontramos la teoría de las ideas y su reflexión sobre la ciudad ideal y el gobierno justo de la polis, en la República. A este periodo pertenecen también Banquete, Fedón y Fedro.
Escritos de vejez (comprendidos entre el 369 y su muerte en el 347 a.C.). Platón cuestiona en esta etapa algunos de sus pensamientos previos y surge en él un gran interés por temas lógicos y cosmológicos. En este periodo podemos situar Filebo, Leyes, Critias o Timeo.
Platón afirmó también que sus pensamientos más elevados nunca los había puesto por escrito, porque la palabra una vez que se convierte en escritura queda fijada, por lo que pierde su carácter de vivacidad y ya no puede defenderse. La palabra escrita se aleja del método dialéctico, que es el preferido por el filósofo y el camino por el que se llega al conocimiento.
Pues hasta aquí amigos nuestro acercamiento a la vida y obra de Platón. Si quieres seguir profundizando en la figura de este filósofo puedes ver el resto de nuestros artículos donde nos adentramos ya en su filosofía.