La anáfora y la catáfora son dos conceptos lingüísticos tan sencillos, que los usamos prácticamente en casi todas nuestras conversaciones. Vamos pues a verlos con ejemplos.
¿Qué son la Anáfora y Catáfora?
Cuando estudiamos los textos en Lengua hablamos de procedimientos de cohesión, que se usan para unir las oraciones de un texto y que son los que nos ayudan a darle orden y coherencia.
Pues bien, la anáfora y la catáfora no son más que mecanismos de cohesión que usamos para evitar repetir una palabra varias veces y también, en algunos casos por el principio de economía lingüística, es decir, para decir con menos palabras la máxima información.
Así, la anáfora se define como un término que hace referencia a una parte anterior del discurso. Y la catáfora es al contrario, la anticipación de lo que va a venir en el discurso. Pero la única forma de ver esto es con ejemplos.
En la oración Juan es puntual, pero él llegará hoy tarde.
Vemos que, “él” en la segunda proposición se está refiriendo a Juan, pero en vez de decir juan usamos el pronombre él. Pues esto tan simple es una anáfora, la sustitución de este nombre por un pronombre.
Otro ejemplo: Luisa y Carlos fueron a la fiesta, y allí los detuvieron.
Aquí observamos que “los” actúa como una anáfora, pues sustituye a Luisa y Carlos. A la par, también encontramos el adverbio “allí”, que también es una catáfora porque está sustituyendo a fiesta. La anáfora se forma porque sustituimos con diferentes palabras, generalmente nombres y adverbios, lo que ya hemos dicho, para evitar la repetición y hacer el lenguaje más rico.
Veamos ahora la catáfora:
Le dije a María que iríamos a la playa.
Aquí observamos que el “le” está sustituyendo a María. Ese “le” se refiere a ella, la está anticipando. Eso tan simple es una catáfora.
Veamos otra.
Confesó todo: el hurto, el rapto y el crimen.
Aquí podemos observar que todo está anticipando y se refiere a hurto, rapto y crimen.
Por último hay que decir que existe una figura literaria que se llama también anáfora y que en muchas ocasiones los alumnos la confunden con este mecanismo de cohesión. La otra anáfora consiste en repetir a principio de un verso una o varias palabras. Pero una es una herramienta para analizar desde la perspectiva lingüística y la otra desde la literaria.