En el artículo de hoy vamos a centrar en las oraciones subordinadas sustantivas, viendo todas las clases que hay y poniendo ejemplos y analizando cada una de ellas. Vamos pues a la materia.
Antes de empezar debemos recordar que en las oraciones compuestas subordinadas se produce una relación de subordinación sintáctica, una es dependiente de otra, sin esa otra no tiene sentido completo.
¿Qué son las oraciones subordinadas sustantivas?
Las oraciones subordinadas sustantivas realizan la función propia de los sustantivos. Vamos a ver qué tipos hay.
Oración subordinada sustantiva de sujeto.
Comer de esa manera es dañino
El verbo principal de esta oración es “es” su atributo es el adjetivo “dañino” y el sujeto es “comer de esa manera”. Podemos sustituir la oración subordinada por un pronombre para comprobar que es correcta, en este caso por el pronombre eso: “eso dañino”.
Luego podemos analizar de forma independiente la oración “Comer de esa manera” en la que encontramos el verbo en infinitivo y “de esa manera” como un complemento circunstancial de modo.
Oración subordinada sustantiva de complemento del nombre.
La causa de que lo ignores no es tolerable
Aquí observamos que “de que lo ignores” complementa a causa, matiza la causa concreta de algo. El verbo principal de la oración es el verbo ser, su sujeto Es “La causa de que lo ignores” y el atributo tolerable.
Ahora bien, dentro del sujeto es donde nos encontramos la oración subordinada, haciendo de complemento del nombre de causa. Esa oración tiene a su sujeto omitido que es “tú” ignores como núcleo y el pronombre “lo” es su complemento directo, pues sustituye a él, a una persona. “De que” es el nexo que une las dos oraciones.
[Relacionado: Oraciones subordinadas]
Oración subordinada sustantiva de complemento directo.
Ejemplo:
Los alumnos recogen lo que siembran
Aquí vemos que el verbo principal es recoger, con su sujeto “los alumnos”. Su complemento directo, lo que siembran, tiene como núcleo un verbo, “siembran”, por tanto, es una proposición subordinada sustantiva de complemento directo. Esta proposición tiene como sujeto elíptico “los alumnos” o “ellos” y “lo que” es su complemento directo.
Proposiciones subordinadas sustantivas de complemento indirecto
Ejemplo: Dieron el regalo al alumno que mejor nota tenía
Aquí podemos ver que el verbo principal es “dieron”, su sujeto omitido “ellos” y su complemento directo “el regalo”, luego “al alumno que mejor nota tenía” es la proposición subordinada sustantiva en función de complemento indirecto, se puede sustituir por él y admite también la pronominalización “se lo dieron”.
En esta proposición u oración subordinada tenemos como sujeto “alumno”, como verbo “tenía” y como complemento directo “mejor nota”.
Proposición subordinada de atributo
Ejemplo: Es mágico que seamos tan amigos.
Aquí observamos que el verbo principal es el verbo ser, por tanto, la oración necesita un atributo. Aquí mágico actuaría como sujeto y “que seamos tan amigos” como atributo. Recuerda que el atributo y el sujeto son intercambiables y que las dos interpretaciones son válidas.
Dentro de la proposición “que seamos tan amigos” tenemos el sujeto omitido nosotros, el verbo seamos que es el núcleo y su atributo “tan amigos”.
Proposición subordinada sustantiva de complemento predicativo
Oración subordinada sustantiva sustantiva de aposición
Recordemos que la aposición es un sintagma nominal que complementa a otro nombre en sí, que lo detalla o concreta.
Alfonso X, el rey que fue sabio, murió en Sevilla en el siglo XIII.
Aquí observamos que la oración subordinada es “el rey que fue sabio”, que viene a hacer de aposición a Alfonso X. El verbo principal de la oración es murió, “en Sevilla” el complemento circunstancial de lugar y “en el siglo XIII” complemento circunstancial de tiempo.
La oración subordinada queda así: “que es el pronombre relativo que se refiere al rey, siendo el sujeto, fue es el núcleo del predicado nominal y sabio el atributo.
Esta pasa lo mismo que la sustantivada
Oración subordinada sustantiva de vocativo
Las que han llegado tarde, salgan rápido
El vocativo se emplea para llamar la atención de un oyente o para dirigirnos a él. Así “las que han llegado tarde” actúa como el vocativo de la oración principal, “salgan rápido”.
“Las que” actúa como sujeto “han llegado como verbo” y núcleo y tarde es un complemento circunstancial de tiempo.