Tenía un ojo en la frente y otro en la parte trasera del cráneo, que mataba a todo aquel al que mirase. Gobernaba con mano de hierro el famoso pueblo del inframundo y los demonios, los fomoré. Hoy, vamos a adentrarnos en la terrorífica figura de Balar, el dios Celta del mal.
¿Quién es Balar?
Balar, como jefe de los fomorianos parece encarnar el mundo del mal en la mitología celta, sobre todo porque es representado como el enemigo que somete a los Tuatha de Danann, que se identifican con los dioses buenos.
Su apariencia también lo delata, de extremada corpulencia se asemeja a los cíclopes griegos, aunque además del ojo frontal de estos poseía uno en la parte de atrás de la cabeza, que al abrirlo mataba al que recibiera la mirada. Por ello lo tenía casi siempre cerrado.
La historia de Balar
Uno de sus más famosos relatos cuenta que la profecía de un druida le reveló que moriría a manos de su nieto. Para evitarlo, en la misma línea que el mito griego de Acrisio y Dánae, hizo encarcelar a su única hija virgen, Ethné, en una torre cerrada en lo alto de una montaña. Así, evitaba que cualquier hombre pudiera tener contacto con ella.
Pero cierto día, Balar se encaprichó de la vaca mágica de su vecino de los Tuatha de Danaan, Cian, y se la robó. Balar la puso a buen recaudo en el mismo palacio en el que había encerrado a Ethné. Cian trató de recuperar su vaca pidiendo ayuda a un hada y a un druida.
Ellos le facilitaron el acceso a la fortaleza donde se encontraba la vaca. Al entrar en la fortaleza vio además a la hermosísima hija de Balar, Ethné, de la que quedó enamorado y con la que copuló aquella noche engendrando trillizos.
Al enterarse Balar, mandó asesinar a los trillizos, como ya vimos en episodios anteriores, pero quedó vivo el dios Lugh, que con el paso del tiempo lideró la batalla de los Tuatha de Danaan contra los fomorianos y se enfrentó en un combate final a su abuelo Balar, al que consiguió dar muerte con una honda antes de que este abriese el ojo y lo matase. Antes Balar había acabado con la vida del rey de la tribu de Danann, Nuada.
Historia alternativa
Otras fuentes narran una historia diferente. Lugh no habría dado muerte a su abuelo en batalla, sino en una forja donde estaba trabajando. Balar llegó al lugar donde estaba trabajando su nieto y comenzó a contar la historia de su vida y a jactarse de sus hazañas. Lugh, que se sintió identificado cogió una barra de hierro hirviendo y atravesó con ella el ojo de su abuelo, dejándolo muerto.
Con la muerte de Balar los Fomorianos fueron expulsados de Irlanda, al reino de las tinieblas y quedaron en el poder los dioses buenos de la tribu de Danaan.
Y hasta aquí amigos nuestro viaje de hoy por el dios de la noche, del mal y lo oculto, Balar, en próximos capítulos seguiremos profundizando en la cultura y el conocimiento.